33ª Sesión: Elogio de la imperfección, de Rita Levi Montalcini

23 septiembre, 2020

Apasionado balance de una trayectoria profesional y vital coronada con el Premio Nobel de Medicina, Elogio de la imperfección narra una odisea, la protagonizada por Rita Levi-Montalcini a lo largo de un siglo. Nacida en el seno de una familia judía, Levi-Montalcini vivió su infancia en Turín mientras se libraba la primera guerra mundial. Pese a la oposición paterna, se matriculó en medicina para doctorarse posteriormente en neurocirugía. Ayudante del eminente histólogo Giuseppe Levi (el padre de Natalia Ginzburg), montó un laboratorio en su propia casa cuando las leyes raciales de la Italia fascista le impidieron proseguir sus investigaciones. Tras la segunda guerra mundial, desarrolló su carrera científica en Estados Unidos, y el descubrimiento del factor de crecimiento nervioso (NGF) le valió en 1986 el Premio Nobel de Medicina.

Leímos y comentamos la obra de Rita Levi-Montalcini «Elogio de la imperfección». Un libro que cautiva porque en él -mitad autobiografía, mitad ensayo- está la vida azarosa y apasionada de esta médico que se apasionó por la investigación del cerebro y consiguió el premio Nobel por sus experimentos y descubrimientos.

En su larga vida centenaria late su tesón por estudiar, aunque era mujer y judía, trabas que superó con su tesón y valentía. Luchadora contra el fascismo de Mussolini. Su espíritu solidario se plasmó en dos de sus creaciones: La Fundación Rita Levi Montalcini Onlus para ayudar a la formación de las mujeres africanas y la creación del Instituto Europeo de Investigación del Cerebro (EBRI).

Su mensaje es optimista, cuando el cuerpo envejece: «Yo no soy el cuerpo, soy la mente». Y la mente se ejercita.