Estrategias de supervivencia

25 febrero, 2021

Las plantas no pueden salir corriendo, pero han recurrido a otras estrategias para defenderse de sus agresores y de las condiciones ambientales adversas. Esto les ha permitido colonizar casi todos los rincones del planeta por extremas que sean las condiciones ambientales. Desde los diminutos insectos hasta los grandes mamíferos pasando por las altas y bajas temperaturas, o el exceso o escasez de agua, etc., han influido en el desarrollo de diferentes mecanismos como: finos pelos en la superficie, hojas urticantes o con espinas, hojas duras y satinadas, hojas flotantes, raíces ancladas al fango, tallos altos, matas planas…

En los trópicos, donde las elevadas temperaturas y constantes lluvias favorecen el crecimiento espectacular de la vegetación, las plantas han desarrollado grandes  hojas y largos tallos para captar los escasos rayos de Sol y eliminar el exceso de agua. Sin embargo, en la regiones frías las plantas tienen formas redondeadas y tallos pequeños  para evitar el azote de los vientos, el peso de la nieve y la pérdida de calor mientras que en climas áridos, las plantas tienen hojas pequeñas y tallos  gruesos que almacenan agua.  Incluso los factores más adversos como los incendios o la sanidad del suelo, han sido superados por algunas plantas.