Altura y estructura

25 febrero, 2021

Las plantas superiores se originan a partir de una semilla. Después de la fecundación se forma un embrión que, en el interior de la semilla, tiene el aspecto de una planta en miniatura, con una pequeña raíz,  un tallo y 1 o 2 gruesas hojas llamadas cotiledones. La semilla contiene además abundantes sustancias de reserva.

Cuando la semilla germina, la raíz crece hacia el suelo y los cotiledones rompen las cubiertas. El tallo se estira y empieza a crecer hacia arriba. Todo este proceso se realiza a expensas de las sustancias de reserva. Después aparecen las primera hojas nuevas y la planta empezará a nutrirse realizando la fotosíntesis y creciendo con rapidez.

Con el desarrollo de las primeras flores el crecimiento se hace más lento. Las flores después de ser polinizadas formarán frutos que contendrán nuevas semillas.

A diferencia de los animales, las plantas crecen durante toda su vida. Algunas viven un solo año, pero otras pueden vivir siglos y alcanzar espectaculares tamaños. En cualquier caso, al cabo de un cierto tiempo la planta envejece, iniciándose una degeneración de sus tejidos y funciones. Tarde o temprano la planta muere pero su materia orgánica enriquecerá el suelo dónde las nuevas plantas podrán crecer con vigor.