
El Parque de las Ciencias diseña una actividad para que las personas ciegas conozcan el cielo con las manos
30 junio, 2025



La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 27 de junio como el Día Internacional de la Sordoceguera en conmemoración a la escritora sordociega Helen Keller, una figura destacada en la comunidad de personas sordociegas. Un día señalado que contribuye a tener presente a este colectivo que posee una dificultad visual y auditiva muy grave que supone una discapacidad distinta a la de las personas únicamente ciegas y sordas. En el marco de este recordatorio, el Parque de las Ciencias quiere mostrar el trabajo que realiza en el diseño de medidas de atención a la diversidad, con el fin de hacer llegar el conocimiento científico a todas las personas.
Tal y como señala la Organización de Naciones Unidas: «Las personas sordociegas se enfrentan a barreras por el hecho de que no se trate o reconozca la sordoceguera como una discapacidad diferenciada, lo que a su vez provoca su invisibilidad en las estadísticas, políticas y programas y, por consiguiente, dificulta el acceso a servicios». Estas personas necesitan de un enlace con la realidad, es decir, de un guía intérprete que les ayude a acceder a la información y a comunicarse y les garantice el pleno cumplimiento de sus derechos fundamentales para contribuir a su integración en la comunidad.
En este sentido, el Parque de las Ciencias recuerda la visita que la Asociación de Personas Sordociegas de Andalucía (ASOCIDE) realizó a la exposición «WOW. Maravillas de la vida salvaje» y da a conocer su línea de trabajo específica de diseño de actividades y de puesta en marcha de medidas integradoras que mejoren la atención a la diversidad de personas con limitación de sus capacidades cognitivas y/o funcionales.
El proyecto más reciente es el diseño de una sesión de planetario para personas ciegas o con su capacidad visual reducida, desarrollada en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y liderada por el astrofísico invidente Enrique Pérez Montero. Esta actividad incorpora elementos de sonoridad y audiodescripciones para facilitar la recreación mental de distintos cuerpos celestes, e incluye el uso de esferas que muestran en relieve algunas constelaciones más significativas que pueden verse, desde ambos hemisferios, en el cielo de verano e invierno y que permiten conocer el cielo usando las manos.
El sentido del tacto es también esencial en el uso de las «Mochilas sensoriales»; un recurso que enriquece la visita del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo a nivel cognitivo y sensorial. Estas tres mochilas —diseñadas para divulgar contenido relacionado con el BioDomo, el taller «Rapaces en Vuelo» y el Pabellón Viaje al Cuerpo Humano—, contienen material de uso táctil relacionado con la visita a estos espacios como elementos plastinados, pieles o réplicas de huesos, y son usadas principalmente con aulas específicas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) o pluridiscapacidad y también se ponen a disposición de centros de educación especial.
Por su parte, el taller «Plantas aromáticas» —con carácter excepcional e impartido por los Voluntarios Culturales del Parque de las Ciencias— conjuga el uso del sentido del olfato y el del tacto. A través de esta actividad se dan a conocer las características de cinco plantas aromáticas, vinculando su olor a un tablero en Braille. Está dirigida a público escolar invidente pero también es un recurso de sensibilización sobre la forma de percibir que tienen estar personas y sobre su capacidad para comunicación.
Junto al diseño de estos recursos, el Parque de las Ciencias también trabaja en la adaptación de actividades y espacios: desde el diseño de visitas guiadas para personas sordas —en colaboración con ASOGRA— e invidentes —en colaboración con la ONCE— a algunos de los proyectos presentados en la Feria de la Ciencia, hasta adaptaciones metodológicas y elaboración de recursos para alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (ANEAE) en Verano con Ciencia y en visitas escolares; los proyectos escolares de sensibilización y adaptación a lengua de signos española (LSE) del contenido esencial del Pabellón «Viaje al Cuerpo Humano, BioDomo y el espacio de rapaces; las actividades formativas para la incorporación de jóvenes con Síndrome de Down com guías en exposiciones—en colaboración con GranaDown— o los proyectos desarrollados para mejorar la accesibilidad de personas con diversidad funcional en colaboración con la Cátedra de la Universdid de Granada «Discapacidad y Autonomía Personal – Hermanas Hospitalarias» y la Fundación La Purisima Concepción de Granada.