El Parque de las Ciencias participa en las Universidades de verano de El Escorial y Santander

El Director del museo, Ernesto Páramo, expondrá el modelo de incorporación del patrimonio científico a la museografía contemporánea, seguido desde los inicios del Parque de las Ciencias.Piezas expuestas tan emblemáticas como el Tranvía de Sierra Nevada de 1925, la Ambulancia militar Phanomen de 1931 o las colecciones médicas del Pabellón Viaje al cuerpo Humano serán eje de la ponencia.

El Director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, participa hoy en los cursos de verano que la Universidad Complutense celebra en El Escorial bajo el título “Museos científicos y web en la Universidad del S. XXI”.

El curso aborda la situación actual del Patrimonio científico, en muchos casos de un valor poco conocido, su futuro y utilidades. Plantea el sentido y fines de los museos frente a colecciones científicas, su conservación, alternativas virtuales de difusión, el patrimonio científico universitario, el empleo de éste como identidad institucional o profesional y su utilidad como herramienta docente ante el nuevo marco de la docencia universitaria.

El Parque de las Ciencias expondrá en una primera intervención su experiencia concreta, en relación al patrimonio científico, la universidad y la misión de los museos contemporáneos. Abordará la idea de que el Patrimonio fundamental de la Ciencia es el Conocimiento. Los objetos materiales forman un patrimonio auxiliar. Son una ayuda muy valiosa para comprender la Historia de la Ciencia y la Tecnología, para investigarla y reconstruirla, pero no son su esencia. Por supuesto que tienen un valor intrínseco tanto histórico como estético, pero en el marco de la museología contemporánea son una pieza más del proyecto expositivo al servicio de la difusión del conocimiento. Desde su origen el museo ha trabajado en esta línea, logrando un buen equilibrio entre la museología clásica y la contemporánea, persiguiendo aunar lo mejor de cada una de ellas. Poner en valor un patrimonio clásico y exponerlo en convivencia directa con otra serie de recursos expositivos contemporáneos ha sido uno de los objetivos del museo. Muestra de ello son la inclusión de algunas piezas tan emblemáticas como una Almazara en estado funcional del primer tercio del S. XX, el tranvía de Sierra Nevada de 1925 que tuvo la ciudad, las colecciones científicas médicas incorporadas en el Pabellón Viaje al Cuerpo Humano o la Rotoplana que preside una de las áreas del Pabellón Cultura de la Prevención.

Por otra parte, poco antes de que finalice el verano, en el mes de septiembre, tendrá lugar la segunda intervención del museo, a través de su director, en los cursos de la universidad Menéndez Pelayo. Esta vez bajo el título “Estrategias y mutaciones del museo científico contemporáneo”. Un guiño y homenaje al año Darwin, que estamos celebrando y con la idea de que sin capacidad para comprender no hay capacidad para participar. En un mundo como el actual, la cultura científica es un requisito para la democracia. Si el museo es útil a la sociedad, será útil a la escuela… Y sólo lo serási es realmente contemporáneo en sus objetivos, medios, lenguaje, etc.

Con estas colaboraciones el museo quiere continuar contribuyendo a la divulgación de la ciencia y a la transferencia del conocimiento adquirido día a día a través del desarrollo del proyecto – Parque de las Ciencias. Una nueva especie de museo -.