La ciencia que hay detrás del cultivo de la aceituna

13 diciembre, 2022

El museo y la Fundación Caja Rural Granada organizan una Jornada Educativa para aproximar a los visitantes al proceso científico, tecnológico y cultural que conlleva la recogida de la aceituna y la obtención del aceite de oliva

El Parque de las Ciencias y la Fundación Caja Rural han organizado una Jornada Educativa para mostrar la ciencia que hay detrás del cultivo del olivo y de la obtención del aceite de oliva. Para ello han diseñado una actividad participativa con el público en la que el equipo de Jardinería y los Voluntarios Culturales del museo han explicado el proceso de recogida de aceitunas e investigadores del Centro Tecnológico de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional han mostrado muchas de las aplicaciones que pueden tener los residuos del olivar.

Durante toda la mañana, visitantes del museo y estudiantes de 2º de primaria del CEIP Virgen de las Angustias de Huétor Vega han participado en esta propuesta divulgativa en la que han intercambiado opiniones y experiencias y resuelto sus dudas, además de conocer el patrimonio cultural que hay detrás de esta actividad.

También han tenido la oportunidad de dialogar con la investigadora del Centro Tecnológico de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional, Ana Vigil. La experta ha explicado cómo realizan el aprovechamiento del alperujo y hoja de olivo para la obtención de ingredientes bioactivos y el desarrollo de un subproducto con actividad antiinflamatoria, que puee mejorar nuestra salud, entre otros usos .

Cata de análisis sensorial
Además, el grupo de escolares y profesores del CEIP Virgen de las Angustias ha participado en una cata de análisis sensorial organizada por el Departamento de Educación del Parque de las Ciencias, en la que han tenido la oportunidad de aprender a distinguir las cualidades olfativas, gustativas y visuales de dos variedades diferentes de aceite de oliva. Así, con esta iniciativa didáctica se ha ofrecido una visión global de todos los aspectos científicos, sociales, culturales y económicos que giran en torno al aceite de oliva y su producción.

Para la organización de este programa de difusión del patrimonio material e inmaterial del olivar, el Parque de las Ciencias cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Rural Granada, que apoya durante todo el año las acciones educativas y de comunicación impulsadas por el museo para poner en valor la cultura del aceite y mostrar el desarrollo científico y tecnológico que conlleva.

En la actividad han estado presentes la responsable de la Fundación Caja Rural Granada, Poli Servián y el director del Parque de las Ciencias, Luis Alcalá.

Poli Servián ha subrayado la relevancia que tiene para Fundación Caja Rural impulsar esta actividad, al tratarse de una entidad “vinculada al mundo de la agricultura desde su creación”. Asimismo, ha manifestado la “satisfacción” de la Fundación por colaborar en este programa que se suma a otras iniciativas que ya desarrollan para la promoción del valor cultural, económico, social y científico del sector olivarero, como la organización de cursos, conferencias, jornadas o la edición de publicaciones especializadas.

Por su parte, el director del Parque de las Ciencias ha incidido en la necesidad de difundir el patrimonio científico e industrial de la región para fomentar la cultura científica de la sociedad e incitar su interés por la ciencia.

Actividad participativa
Durante la jornada, los visitantes han conocido en qué consisten las tareas del vareo y cómo se realiza la recogida posterior del fruto. Al mismo tiempo han aprendido vocabulario propio del cultivo del olivo como el nombre de los aperos que se emplean en la labor y aplicaciones curiosas del aceite de oliva como el uso para la creación de lámparas o conservantes.

Además de esta actividad, durante todo el mes de diciembre se organizarán visitas guiadas a la Almazara de martes a sábados a las 13:30 y a las 16:30 horas y los domingos a las 13:30 horas.

Esta instalación está ubicada en el Área Etnobotánica, además de tener un valor educativo que permite conocer un cultivo y una actividad arraigada en nuestra historia, es una muestra de conservación del patrimonio, tanto natural, ya que todos los olivos cuentan con más de 100 años, como industrial y preindustrial, con la exposición y puesta en valor de la almazara y del empiedro de tracción animal del siglo XVIII.