El traje de astronauta de Pedro Duque se expone desde hoy en el Parque de las Ciencias

30 julio, 2020

El ministro de Ciencia e Innovación ha cedido a la exposición ‘Tocar el cielo. Explorar el espacio’ su traje de astronauta y el asiento de la nave rusa Soyuz usados en la misión Cervantes en el año 2003  

El presidente del Consorcio y consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha recibido estas dos piezas de gran valor y ha destacado el papel de exposiciones como esta en el fomento de vocaciones científicas  

El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y el presidente del Consorcio y consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, han visitado hoy la exposición ‘Tocar el cielo. Explorar el espacio’, donde ya se muestran el traje de astronauta y el asiento de la nave rusa Soyuz que el ministro utilizó en 2003 en la Misión Cervantes. Durante la presentación de las piezas, el consejero de Educación y Deporte ha agradecido a Pedro Duque su compromiso con el Parque de las Ciencias y la cesión de estos dos objetos de gran importancia en su carrera como astronauta y ha destacado la labor del museo, que con exposiciones como esta, además de fomentar vocaciones científicas entre los más jóvenes, se convierte en referente de divulgación en Andalucía y también en el ámbito nacional e internacional.

El ministro de Ciencia e Innovación, por su parte, ha recordado su vinculación con el museo un proyecto que “ha visto nacer y crecer” y del que, según ha afirmado, se siente partícipe. Y es que Pedro Duque ha dejado huella en el Parque de las Ciencias. En sentido literal porque en los Exteriores, junto al Mariposario, una escultura de bronce inmortaliza la huella de su mano, junto del resto de tripulantes del Discovery STS-95. Y figurado porque desde antes de esa visita, que tuvo lugar en enero de 1999, el astronauta ha estado vinculado al museo. En 1993 cuando era aspirante a ocupar la plaza en una operación espacial europea dio una charla coloquio organizada por el Parque de las Ciencias, que en esos años estaba en fase de construcción. Desde entonces ha abanderado el museo hasta en la Estación Espacial Internacional donde llevó, dentro de su bolsa de objetos simbólicos, el programa de Planetario ‘El Universo de Lorca’. Fue en 2003 dentro de la Misión Cervantes. Así, ha seguido de cerca la trayectoria del Parque de las Ciencias y ha apoyado y participado en muchas de sus actividades como el Curso de Actualidad Científica ‘Marte y la exploración espacial’ en 2005 o la inauguración de la Oficina ESERO de Recursos Educativos de la Agencia Espacial Europea, que tiene su sede en el museo desde 2017.

Su respaldo al Parque de las Ciencias se vuelve a materializar hoy, esta vez, en la exposición ‘Tocar el cielo. Explorar el espacio’. Ahora a través de la cesión de dos piezas imprescindibles en su carrera como astronauta: el traje y el asiento de la nave rusa Soyuz que usó en la misión Cervantes en el año 2003. Dos objetos originales que han viajado al espacio y que todos los visitantes tendrán la oportunidad de ver en la exposición desde hoy.

El traje espacial, en combinación con otros sistemas de la nave espacial, es el principal componente para mantener los sistemas de soporte vital del Cosmonauta y la tripulación en caso de una despresurización accidental durante el lanzamiento y descenso desde la Estación Espacial Internacional.

Tiene un peso aproximado de 15 Kg, la capa interna está fabricada en neopreno y la externa en nailon reforzado con entramado a prueba de rasgaduras. Este traje está hecho a medida para Pedro Duque, al igual que el asiento Soyuz que está diseñado para amoldarse a su cuerpo, con el objetivo de ser lo más cómodo y seguro posible, absorbiendo las vibraciones durante el despegue y el choque en el aterrizaje.

Estas piezas se unen a un ejemplar en formato CD del programa ‘Universo de Lorca’, que viajó al espacio en la misión Cervantes dentro de su bolsa de objetos simbólicos, y que también se expone en ‘Tocar el cielo. Explorar el espacio’.

Los objetos cedidos por el ministro de Ciencia e Innovación enriquecen y hacen aún más atractiva esta muestra que refleja la fascinación que el ser humano ha sentido siempre por el espacio y todo lo relacionado con él.

Es una producción propia, que estará instalada en el museo hasta 2021, y que integra, en una superficie de 900 m2, más de 200 piezas originales de la colección de objetos sobre el espacio de Jordi Gasull, 62 meteoritos y tectitas, audiovisuales y más de una veintena de réplicas y maquetas.

La exposición “bien podría ser una versión moderna de los gabinetes de curiosidades del Renacimiento, en los que se exponían objetos inusuales procedentes de los gran-des descubrimientos geográficos”. Así versa en el texto de bienvenida a la muestra, que se estructura en seis ámbitos: ‘Curiosidad, observación y conocimiento’; ‘Miradas y preguntas’; Observar el cielo’; ‘Meteoritos’; ‘Explorar el espacio’ y ‘Presente y futuro de la actividad espacial’. Además, se completa con el taller didáctico ‘Ponte en órbita. Siente el espacio’ y por una zona de ‘Para saber más’.

Estas áreas reflejan las tres formas en las que el ser humano ha tratado de descubrir lo que hay más allá de nuestro planeta: primero con instrumentos de observación, después analizando lo que nos llega a la Tierra procedente del Universo, como los meteoritos, y en tercer lugar con la exploración espacial.

Todo ello representado por piezas de gran valor como la matrícula del primer Rover que circuló por la Luna, un machete de astronauta de las misiones Gemini y Apollo, un guante utilizado en la misión Apollo 10, una bandera española que estuvo presente en la Luna, los cascos de comunicaciones de la URSS y de los Estados Unidos o el reloj Omega Speed Master que utilizó el astronauta Miguel López-Alegría en la ISS, todas ellas procedentes de la colección de Jordi Gasull, la mayor que hay en España sobre el espacio.

A través de este recorrido, el público también puede conocer mejor a Emilio Herrera Linares, ingeniero granadino que realizó aportaciones fundamentales a la aeronáutica y la astronáutica. Se expone tanto el telescopio original que utilizó Herrera, como una réplica de su prototipo de escafandra estratosférica, diseñada por él.

Además, los visitantes pueden “viajar” a la Estación Espacial Internacional para observar desde allí la Tierra o contemplar de cerca meteoritos originales procedentes de Marte o la Luna o una porción del meteorito Murchison, que cayó en Australia en 1969 y que contiene el material más antiguo hallado hasta ahora en la Tierra, todos ellos de la colección de Miguel Ángel Contreras.

Las últimas investigaciones desarrolladas en el ámbito de la astrofísica y su impacto en la mejora de la calidad de vida o el espacio como fuente de inspiración en la literatura son otras de las cuestiones que el público podrá conocer en ‘Tocar el cielo. Explorar el espacio’.

Además, se exponen 25 réplicas y maquetas entre las que destacan la de la sonda Rosetta, el cohete ‘lanzasatélites’ Ariane 5, fabricado por Airbus para la Agencia Espa-cial Europea, o el soviético Sputnik 1, primer satélite artificial de la historia, que se muestra en tamaño original.

La exposición cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología-Ministerio de Ciencia e Innovación.

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