El ‘truco’ de la magia está en el cerebro

9 marzo, 2012

La prestigiosa neurocientífica Susana Martínez Conde, acompañada por MagoMigue, ha impartido hoy la conferencia ‘Los engaños de la mente: cómo los trucos de magia desvelan el funcionamiento del cerebro»Se integra en el programa organizado por el museo para celebrar la Semana Mundial del Cerebro.

Una prestigiosa neurocientífica, Susana Martínez Conde, y un mago, MagoMigue, se han subido hoy al escenario del Parque de las Ciencias para demostrar que la magia está en el cerebro. La autora de ‘Los engaños de la mente’ ha explicado, ante más de 500 personas, los procesos que intervienen en el cerebro humano para ver una realidad que no es del todo real. Para ello ha estado acompañada de MagoMigue, quien ha materializado a través de varios trucos las teorías expuestas por la Directora del Laboratorio de Neurociencia Visual Barrow Neurological Institute.

Susana Conde investiga lo que la magia tiene de científico. Ambas disciplinas comparten interés por conocer cómo funciona la percepción, la atención y la memoria del espectador. La ciencia, porque puede conocer mejor el cerebro y su funcionamiento, y la magia, porque si conoce estos procesos podrá ilusionar mejor a su público. La prestigiosa neurocientífica es pionera en el desarrollo de la disciplina científica conocida como la Neuromagia con la que pone nombre a lo que “los magos llevan años haciendo por intuición”.

Durante su intervención ha hablado del concepto ceguera al cambio o por desatención que es uno de los aspectos en los que se basa la magia. Y es que el cerebro humano no puede procesar todo lo que percibimos, para eso “tendríamos que tener un cerebro del tamaño de una casa”. Aunque el libro que acaba de publicar se centra en desvelar los procesos cerebrales que utilizan los magos para generar distracción, su investigación va más allá.

Ya que, como ha afirmado, esperan que con esta colaboración con la magia no solo puedan avanzar en el conocimiento de un cerebro normal sino que también sea útil para el diagnóstico de ciertas patologías y de este modo usar el estudio científico de la magia para unirlo a otros universos tan diferentes como el alzheimer o el autismo.

Pero en este diálogo entre ciencia y magia no solo los científicos se apoyan en la magia, los magos también se benefician de los avances de la investigación para “distraer” mejor a los espectadores. Para Miguel Puga, los trabajos de la Directora del Laboratorio de Neurociencia Visual Barrow Neurological Institute le han puesto lenguaje a los que los magos hacen “de forma intuitiva y natural” y les ha ayudado a saber cómo funciona el cerebro humano para, a partir de ese conocimiento, crear experiencias artísticas. En este sentido, el mago granadino ha asegurado que la magia es en un 90% psicología y en un 10% técnica, de forma que con mecanismos psicológicos se consiguen efectos físicos y emocionales que hacen que los espectadores sientan una realidad que no es del todo real.

Asimismo, ha expuesto que en la magia también existen teorías sustentadas en los procesos cerebrales como la Misdirección Mental que consiste en “distraer la atención del público de forma sutil para que se concentre en un pensamiento y no en el objeto que va a desaparecer o cambiar por otro”. Y ha añadido: “La diferencia entre un buen mago y otro que no lo es está en el manejo de esta técnica. La magia es un arte conceptual, no visual y está en el cerebro del que la mira”.

Por eso, otro de los procesos cerebrales que tiene gran importancia en esta disciplina artística es la memoria. Y es que los magos utilizan técnicas que hacen recordar incluso sensaciones físicas que en realidad no han ocurrido. “He hecho que una persona crea que ha barajado unas cartas cuando ni siquiera las ha tocado. Y el secreto de esto está en la memoria. Lo que recordamos no siempre es real y en eso se basa el truco de la magia, que es el arte en el que a través de la lógica se concibe la ilógica. Aquí no hay poderes, hay técnica”, subraya MagoMigue.

De este modo, Miguel Puga apoya todos los argumentos defendidos por la neurocientífica española, cuyo trabajo, según reconoce, le ha atraído e interesado mucho. Solo hay un aspecto que puntualiza: “La mente sí nos engaña, pero en el arte de la magia no hay engaño, porque para que haya engaño el que está siendo engañado no tiene que saber que es engañado y cuando tu vas a ver un espectáculo de magia sabes que vas a ver un ilusionista y que te van a engañar de alguna manera. En la magia hay arte, hay seducción, enamoramiento… pero no engaño”.

En cuanto a los frutos de esta relación entre neurociencia y magia, MagoMigue confiesa que es positiva porque ambos se benefician: “La magia le da visibilidad a la neurociencia, la hace más atractiva para el público general, y la neurociencia le da lenguaje y conocimiento a la magia”.

La conferencia, que se ha impartido bajo el título ‘Los engaños de la mente: cómo los trucos de magia desvelan el funcionamiento del cerebro’, ha inaugurado el programa de actividades organizado por el Parque de las Ciencias y el Instituto de Neurociencias Federico Olóriz para celebrar la Semana Mundial del Cerebro que se extenderá hasta el próximo domingo 18 de marzo.

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