La responsabilidad de todos los agentes implicados en la producción alimentaria garantiza la seguridad de lo que comemos

30 noviembre, 2005

Juan José Badiola responde a la pregunta «¿Es seguro lo que comemos?» en el Parque de las Ciencias.

La responsabilidad de todos los agentes implicados en la producción alimentaria garantiza la seguridad de lo que comemos

El licenciado y doctor en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid Juan José Badiola, ha respondido a la pregunta ¿Es seguro lo que comemos?, esta tarde en el Parque de las Ciencias de Granada.

El investigador ha hablado de la seguridad alimentaria, problema que preocupa enormemente a la población, y de los dos grandes retos que tienen los alimentos: calidad y seguridad. Badiola ha comentado la gran desconfianza de los consumidores tras las crisis alimentarias emergidas de forma dramática, como la gripe aviar. Esta enfermedad ha disminuido un 20% el consumo de pollo injustificadamente, afectando a un sistema productivo de gran importancia económica y social. El doctor ha asegurado que el riesgo ante la gripe aviar es cero en España.

Para Badiola, son elemento clave las reflexiones del ‘Libro Blanco de Seguridad Alimentaria’ de la UE. Este informe apunta que la seguridad alimentaria debe ser garantizada de la granja a la mesa, es decir, que la responsabilidad y control de lo que comemos corresponde a productores, transportistas, administración y al propio consumidor.

El veterinario Juan José Badiola ha expuesto las reglas de oro para la seguridad alimentaria. En primer lugar, ha planteado la necesidad de que los productores de alimentos asuman una responsabilidad especial con autocontroles rigurosos acordes a las normas y el control de la administración. También ha destacado, la importancia de la trazabilidad de los productos, es decir, saber que pasa con el alimento desde su origen hasta su consumo con controles y en caso de duda no sacarlo al mercado. Badiola ha concluido afirmando que lo más importante es que la población sepa que los alimentos están controlados, porque ellos se convierten en los mejores evaluadores.

Parque de las Ciencias
Granada.